Hice un seminario de literatura policial, mi profesor decía que todo ladrón (extensivo a cualquier tipo de delincuente, creo) es un optimista, porque cree que no lo van a agarrar
Había un cuento policial de Abelardo Castillo -creo- sobre un tipo que se embarcaba en la ardua y ambiciosa tarea de urdir el crimen perfecto para terminar descubriendo que tal cosa simplemente no existe.
Y Clarín cada día se parece más a una revista del corazón.
Y la moraleja de todo esto creo que será que las minas, si queremos, podemos llegar a ser demasiado jodidas. Así que ojo.
3 Comments:
At 00:36, Anónimo said…
Hice un seminario de literatura policial, mi profesor decía que todo ladrón (extensivo a cualquier tipo de delincuente, creo) es un optimista, porque cree que no lo van a agarrar
Gaby
At 04:32, Anónimo said…
Había un cuento policial de Abelardo Castillo -creo- sobre un tipo que se embarcaba en la ardua y ambiciosa tarea de urdir el crimen perfecto para terminar descubriendo que tal cosa simplemente no existe.
Y Clarín cada día se parece más a una revista del corazón.
Y la moraleja de todo esto creo que será que las minas, si queremos, podemos llegar a ser demasiado jodidas. Así que ojo.
At 11:38, Anónimo said…
ja, estoy escribiendo una novela y sucede exactamente eso que vos comentás, nada más que no tan claramente.
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